Crecer es un oficio triste



Desde que Pavarotti popularizó la ópera, el bel canto dejó de ser música para una pequeña élite. Abandonó la exclusividad de los prestigiosos salones para adaptarse a las formas de los conciertos al aire libre, como lo hicieron la noche del viernes el grupo de tenores australianos que estremeció con su tesitura y extensión vocal al público que asistió al centro de convenciones de Cerro Juli. Fue un espectáculo sin precedentes.
The ten tenors no solo cultivan el canto lírico sino que lo fusionan y adaptan a las canciones populares de nuestros tiempos. “La innovación de The ten tenors debía demostrar de manera radical una nueva forma para la voz del tenor de ópera, de los modos que vencieron una resistencia profundamente arraigada a cambios culturales inherentes dentro de esta forma” dice su presentación oficial. Y lo hizo con creces.
Quizá para romper esa barrera empezaron el concierto con temas de rock and pop que tuvieron la respuesta cálida de un público characato que demostró buen gusto en estos tiempos de “achichamiento” musical y cultural. The ten tenors, de la mano de Stewart Morris y Dominic Smith, probablemente las dos voces más potentes del grupo, se metieron al bolsillo a los arequipeños con las tres primeras canciones.
En la segunda parte sorprendieron con “En Aranjuez con tu amor” que volvieron a grabar para su ultimo disco “The ten tenors live in Madrid”, de reciente factura, aunque se extrañó temas como “Largo al factotum” de Rossini o “Buongiorno principessa”, que los tenores incluyeron en uno de sus mejores discos “Here´s to the heroes” (2006), grabado en Hamburgo, Alemania.
The ten tenors (Los diez tenores o también conocidos como TTT) es un proyecto que se gestó en el conservatorio de música de Queesland, Australia. Gracias a su extraordinaria performance en sus presentaciones, fueron ganando audiencia hasta que se consolidaron después de su presentación en la final alemana del concurso de canto de Eurovisión. Pasearon su talento por prestigiosos escenarios como elLondons Royal Albert HallThe Sydney Opera House, Alte Opera House de Frankfurt y The Shrine.
Una de las mejores interpretaciones del Miserere, del cantante italiano Zucchero, fue sin duda la que hicieron The ten tenors en Arequipa. Zucchero grabó esa canción en 1992 a dueto con Luciano Pavarotti, aunque es también bastante conocida la versión que hace con Andrea Bocelli.
“Es nuestra primera vez en Arequipa, pero no será la última. No sera la última” dijo un emocionado Dion Molinas, en un español bastante bueno. Luego vino una genial interpretación de “The arms of the angel” (En los brazos de un ángel) que Sarah McLachlan hizo conocida como el sound track de la película “City of angeles”, con Nicolas Cage y Meg Ryan. Existe una versión en la que McLachlan canta con el tenor Josh Groban que también es muy buena.
El clímax de su presentación llegó con el Nessun Dorma, el aria del acto final de la ópera Turandot, de Puccini, y la magistral interpretación de Bohemian Rhapsody, una de las obras más  geniales de Freddie Mercury y la legendaria banda de rock Queen, esta vez sin la voz de David Kidd. No pudo haber mejor cierre de espectáculo. Con un Graham Foote inspirado, The ten tenors se despidieron de Arequipa catando “Now we are free”, canción de la película Gladiador, y Granada, cantada en español.